Aunque tradicional y socialmente el consumo
abusivo de alcohol se ha asociado con el varón, estando los casos de
alcoholismo en mujeres más ocultos a la opinión general, lo cierto es que en
los últimos años el abuso de consumo de alcohol en mujeres se ha disparado
considerablemente. En diferentes estudios realizados en los últimos veinte
años, se ha detectado que uno de cada cinco casos de alcoholismo se produce en
mujeres, los casos en situación de consumo de riesgo también han aumentado
considerablemente en la población femenina, al menos por lo que sabemos en
países donde estos datos pueden hacerse públicos. Por ejemplo sabemos que en
muchos países de Europa y América, el consumo de riesgo ha aumentado casi un
50% en mujeres jóvenes y de mediana edad; al menos por lo que se desprende de
los datos del Observatorio Español sobre
Drogas (OED) y otras instituciones internacionales.
El consumo abusivo de alcohol entre las mujeres
aunque más tardío en relación con la edad de inicio en los hombres, se suele
situar entre los 25 y 30 años, si bien en algunos países este problema
comienza mucho antes, sobre los 16 o 17 años. Este riesgo está extendido por
todos los estratos de la población, pueden ser adultas, jóvenes, estudiantes,
amas de casa, esposas, madres, hijas, hermanas, abuelas; incluso existe
evidencia de su estrecha relación con mujeres que padecen algún tipo de
trastorno de la alimentación, aunque aún no se puede definir si la adicción a
esta sustancia es causa o consecuencia del trastorno alimenticio. El
alcoholismo no respeta edad, posición social, cultural o económica. Lo peor es
que conforme avanza la enfermedad, la negativa a aceptar el problema es mayor.
No obstante, las mujeres consumen menos alcohol a medida que envejecen, aunque
existe la sospecha que este dato puede estar mediatizado por ser un grupo de
población muy sensible al estigma de ser alcohólicas y, por tanto, dudan en
informar sobre este hábito. Según la página oficial de Alcohólicos
Anónimos, el peso y la hipocresía del
mayor rechazo social de la mujer alcohólica con respecto al varón alcohólico
nos ponen sobre la pista de que probablemente el problema del alcoholismo en la
mujer sea más importante de lo que sabemos e imaginamos.
Las causas de consumo patológico de alcohol entre
las mujeres son variadas, si bien en términos generales se puede establecer que
la mujer consume alcohol como forma de escape ante situaciones problemáticas,
acontecimientos sociales vitales, estrés, separación de los hijos, ruptura de pareja,
etc. Un elemento asociado al proceso de alcoholización femenino más relevante
que en el caso de los hombres es la insatisfacción y frustración de sus
expectativas personales y laborales. También tienen una gran influencia, muy
similar a la de los varones, el acceso a profesiones de alto riesgo, como
camareras, comerciales, etc.; así como la irrupción de estilos de vida estereotipados
proporcionados por los medios de comunicación. A nivel fisiológico la
adquisición de la enfermedad de alcoholismo es más rápida en las mujeres debido
a que el estómago de la mujer absorbe más rápidamente el alcohol que en el
hombre, en una proporción 2:1. Es decir, la mujer es más vulnerable a las
consecuencia del consumo de alcohol además de por lo comentado porque poseen
mayor cantidad de tejido graso y menor actividad de la enzima alcohol-deshidrogenasa
gástrica, que dificulta la eliminación del alcohol en sangre.
Entre los riesgos más frecuentes del alcoholismo entre
las mujeres se encuentra la mayor probabilidad de sufrir cáncer de mama, restricciones
del crecimiento intrauterino, retardo mental en el feto o aborto en mujeres embarazadas,
alteraciones ginecológicas (amenorrea, menstruación irregular y síndrome
premenstrual) cirrosis hepática y depresión. Otros factores aparte de los biológicos
son los sociales y psicosociales. Se observa también un número mayor de
separaciones en mujeres con respecto a los hombres.
También y a diferencia de los hombres, existe la
creencia de que la mujer alcohólica es promiscua sexualmente, fácil, “inmoral”,
lo que la convierte en un blanco perfecto para sufrir abusos y
desconsideraciones de toda clase.
A nivel neuropsicológico esta población presenta
deterioro cognitivo significativo, abstracción verbal cada vez más deficitaria,
percepción espacial deteriorada, desorientación y deambulación y muchas
dificultades para la resolución de problemas.
El tratamiento del alcoholismo requiere atención especializada, suelen funcionar de manera muy eficaz los grupos de autoayuda.