2014/01/17

Mujeres y Alcohol



Aunque tradicional y socialmente el consumo abusivo de alcohol se ha asociado con el varón, estando los casos de alcoholismo en mujeres más ocultos a la opinión general, lo cierto es que en los últimos años el abuso de consumo de alcohol en mujeres se ha disparado considerablemente. En diferentes estudios realizados en los últimos veinte años, se ha detectado que uno de cada cinco casos de alcoholismo se produce en mujeres, los casos en situación de consumo de riesgo también han aumentado considerablemente en la población femenina, al menos por lo que sabemos en países donde estos datos pueden hacerse públicos. Por ejemplo sabemos que en muchos países de Europa y América, el consumo de riesgo ha aumentado casi un 50% en mujeres jóvenes y de mediana edad; al menos por lo que se desprende de los datos  del Observatorio Español sobre Drogas (OED) y otras instituciones internacionales.




El consumo abusivo de alcohol entre las mujeres aunque más tardío en relación con la edad de inicio en los hombres, se suele situar entre los 25 y 30 años, si bien en algunos países este problema comienza mucho antes, sobre los 16 o 17 años. Este riesgo está extendido por todos los estratos de la población, pueden ser adultas, jóvenes, estudiantes, amas de casa, esposas, madres, hijas, hermanas, abuelas; incluso existe evidencia de su estrecha relación con mujeres que padecen algún tipo de trastorno de la alimentación, aunque aún no se puede definir si la adicción a esta sustancia es causa o consecuencia del trastorno alimenticio. El alcoholismo no respeta edad, posición social, cultural o económica. Lo peor es que conforme avanza la enfermedad, la negativa a aceptar el problema es mayor. No obstante, las mujeres consumen menos alcohol a medida que envejecen, aunque existe la sospecha que este dato puede estar mediatizado por ser un grupo de población muy sensible al estigma de ser alcohólicas y, por tanto, dudan en informar sobre este hábito. Según la página oficial de Alcohólicos Anónimos,  el peso y la hipocresía del mayor rechazo social de la mujer alcohólica con respecto al varón alcohólico nos ponen sobre la pista de que probablemente el problema del alcoholismo en la mujer sea más importante de lo que sabemos e imaginamos.


Las causas de consumo patológico de alcohol entre las mujeres son variadas, si bien en términos generales se puede establecer que la mujer consume alcohol como forma de escape ante situaciones problemáticas, acontecimientos sociales vitales, estrés, separación de los hijos, ruptura de pareja, etc. Un elemento asociado al proceso de alcoholización femenino más relevante que en el caso de los hombres es la insatisfacción y frustración de sus expectativas personales y laborales. También tienen una gran influencia, muy similar a la de los varones, el acceso a profesiones de alto riesgo, como camareras, comerciales, etc.; así como la irrupción de estilos de vida estereotipados proporcionados por los medios de comunicación. A nivel fisiológico la adquisición de la enfermedad de alcoholismo es más rápida en las mujeres debido a que el estómago de la mujer absorbe más rápidamente el alcohol que en el hombre, en una proporción 2:1. Es decir, la mujer es más vulnerable a las consecuencia del consumo de alcohol además de por lo comentado porque poseen mayor cantidad de tejido graso y menor actividad de la enzima alcohol-deshidrogenasa gástrica, que dificulta la eliminación del alcohol en sangre.
 

Entre los riesgos más frecuentes del alcoholismo entre las mujeres se encuentra la mayor probabilidad de sufrir cáncer de mama, restricciones del crecimiento intrauterino, retardo mental en el feto o aborto en mujeres embarazadas, alteraciones ginecológicas (amenorrea, menstruación irregular y síndrome premenstrual) cirrosis hepática y depresión. Otros factores aparte de los biológicos son los sociales y psicosociales. Se observa también un número mayor de separaciones en mujeres con respecto a los hombres.
También y a diferencia de los hombres, existe la creencia de que la mujer alcohólica es promiscua sexualmente, fácil, “inmoral”, lo que la convierte en un blanco perfecto para sufrir abusos y desconsideraciones de toda clase.

A nivel neuropsicológico esta población presenta deterioro cognitivo significativo, abstracción verbal cada vez más deficitaria, percepción espacial deteriorada, desorientación y deambulación y muchas dificultades para la resolución de problemas.

El tratamiento del alcoholismo requiere atención especializada, suelen funcionar de manera muy eficaz los grupos de autoayuda.