2013/11/15

Sueño y Sexualidad



El sueño cumple una función reguladora y reparadora en nuestro organismo. Sobre todo es esencial para el control de la energía y la temperatura corporal. El sueño reabastece y restaura los procesos corporales que se han deteriorado durante el día. Se sabe que descansar menos deteriora la calidad de vida, reduce la productividad laboral y aumenta el riesgo de sufrir problemas físicos y psicológicos. Pero poco se ha descrito sobre los efectos sobre la vida sexual de esta problemática.
Los mecanismos del sueño están muy relacionados con la regulación de la sexualidad. Todos hemos pasados por trastornos de sueño en nuestra pubertad y en más de una ocasión quisimos ponerle remedio al insomnio mediante la autosatisfacción de nuestras necesidades sexuales. A veces lo conseguimos y a veces no. La abstinencia sexual en edad adulta es también causa de insomnio, sobre todo si es inhabitual y no deseada. En el hombre la eyaculación precoz y la disfunción eréctil (impotencia), generalmente, son causas de insomnio, debido a la angustia que supone y el temor a fracasos ulteriores  y es en sí origen de la persistencia de los trastornos. En la mujer la causa más común de pérdida del sueño que se puede relacionar con la sexualidad es la menopausia, aunque en realidad lo que a muchas mujeres les quita el sueño, no son los cambios fisiológicos propios de esta etapa, sino los pensamientos negativos de pérdida de la feminidad que algunas experimentan. En cualquier caso, la  pérdida de sueño es una consecuencia clásica de los conflictos psicológicos, entre ellos, naturalmente, los que nos producen nuestras relaciones sexuales. El insomnio es un factor de gran influencia sobre la disminución del deseo sexual, la estrecha relación entre la calidad del sueño y la satisfacción sexual ha sido demostrada en multitud de investigaciones. Cuando dormimos mal sufrimos una caída enorme de la intensidad orgásmica, debido a la alteración de la producción hormonal, la secreción de fluidos y la poca lubricación provocada por la deprivación del sueño.