Según un estudio de la Universidad de Durham (Reino
Unido), publicado en la revista Evolution
and Human Behaviour, las parejas potenciales pueden saber si el interés de uno
por el otro está basado en una necesidad sexual casual exclusivamente, o por el
contrario la persona está interesada en encontrar en la otra una relación
duradera y de compromiso, en base a los rasgos de la fisiología de la cara y de su expresión
facial. El estudio también encontró que los hombres y las mujeres buscan en
general cosas opuestas cuando se trata de relaciones, encontrando en los
hombres una disposición a las relaciones duraderas muy baja en relación a las
expectativas que mantienen las mujeres; saber manejar esta información - aseguran
– puede permitir a las mujeres discriminar a los hombres poco propensos a involucrarse en una relación
duradera.
Los investigadores de Durham, St. Andrews y Aberdeen,
realizaron dos estudios en los que se pidió a más de 700 participantes heterosexuales
que valoraran a través de fotos de rostros de personas jóvenes, manipuladas
para reflejar rasgos asociados con la apertura sexual o con el compromiso, las
que consideraban con más predisposición hacia el sexo esporádico. Estos juicios
se compararon con las actitudes reales de las personas fotografiadas, con base
en datos de los cuestionarios.
Los investigadores de Durham, St. Andrews y Aberdeen,
realizaron dos estudios en los que se pidió a más de 700 participantes heterosexuales
que valoraran a través de fotos de rostros de personas jóvenes, manipuladas
para reflejar rasgos asociados con la apertura sexual o con el compromiso, las
que consideraban con más predisposición hacia el sexo esporádico. Estos juicios
se compararon con las actitudes reales de las personas fotografiadas, con base
en datos de los cuestionarios. Por ejemplo, los hombres con mandíbulas
cuadradas, narices grandes y ojos pequeños fueron considerados como más
predispuestos a las relaciones sexuales ocasionales; las mujeres indicaron que
ven a los hombres con marcados rasgos de masculinidad en el rostro como padres
peores y más infieles.
Sin embargo, el estudio señaló, los participantes no siempre confiaban en
sus juicios.
"Nuestros resultados sugieren que, si bien
algunas personas pueden juzgar la estrategia sexual de otros simplemente con
mirar a la cara, la gente no siempre está segura de sus juicios, posiblemente
porque las señales son muy sutiles", explicó la autora principal, Lynda
Boothroyd, del departamento de psicología de Durham "
Investigación original: