2014/09/21

¿Qué secretos ocultamos a nuestra pareja y por qué son tan numerosos?

La conocida blogera Verónica de Miguel nos relata en una de sus entradas:
María está casada hace varios años con Emilio. Tienen dos hijos pequeños y una vida placentera. Se ayudan mutuamente y han construido una familia feliz. Ambos trabajan y pasan más tiempo libre juntos los fines de semana. María y Emilio son una pareja que se considera comunicativa y honesta. Se cuentan todo.
O eso dicen.
Por las noches se dan un beso tierno antes de cerrar los ojos, otros días se disfrutan en una relación sexual llena de amor y picardía. Pero hay algo que María ignora. Cuando se apaga la luz y ella cierra los ojos confiada en la solidez de su vida, Emilio se queda mirando el techo. Tiene un secreto que no se atreve a confesar. Nunca le habló a María sobre el tema y eso está destrozando cada noche de su vida. Teme que, si le cuenta, María no le ame más y toda su relación se desmorone.




En el artículo que les invitamos a leer, publicado en el Confidencial, Iván Gil nos plantea cómo al parecer cada vez más escasea un principio fundamental en las relaciones de pareja, el de la honestidad. Bueno, esa conclusión a la que llegan los autores queda, naturalmente a criterio del lector. Las relaciones de pareja son tan complejas como lo sean las personas que las establecen.
Disimulamos, contamos a medias o directamente ocultados lo que no queremos mostrar de lo que pensamos o de lo que hacemos. Se trataría de un secreto cuando lo que ocultamos es un acto voluntario de omisión. Naturalmente el abanico de secretos puede ser muy amplio, desde detalles pequeños que nos avergüenzan hasta verdades difíciles que pueden causar mucho daño y que, a menudo no se quieren admitir ni en soledad frente al espejo.