Una hermosa canción que en alguna de sus líneas dice: "Te estaré mirando...", "Te estaré observando...", "Porque me perteneces...", "...sólo aparece tu cara..."
Pero , ¿qué ocurre cuando lo hermoso se transforma en una obsesión?
Entre seguir intentando recuperar a la persona que te amaba y acosarla hay un paso, en el que a veces, incluso sin ser plenamente consciente de lo que sucede, una persona se puede volver acosadora de otra. El acoso suele ser muy frecuente tras la ruptura de la pareja y cuando uno de sus miembros busca esa segunda oportunidad en que jura que todo va a cambiar.
El acoso
psicológico es una realidad en todas las partes del mundo, es una medida de
presión que suelen hacer personas que están en una posición de poder o
privilegio, en el ámbito afectivo, familiar, social o laboral; pero también es algo en el que se involucran personas posesivas que no aceptan la ruptura de la pareja, e incluso y muy frecuentemente personas inseguras y muy dependientes. Este tipo de conducta produce maltrato psicológico y abuso emocional. Se trata de un proceso largo que puede conllevar pérdida de autoestima en la persona acosada. El acoso psicológico suele ser la antesala del maltrado físico y de la violencia de género.
A pesar de su alcance, es fácil que pase desapercibido para la mayoría, excepto para las víctimas.
Seguir intentando recuperar a la pareja tiene unos límites muy determinados que hay que saber diferenciar, si se sobrepasan lo más probable es que estemos actuando de forma acosadora.