2013/01/06

A Vueltas con los Cambios de Humor



Está como el tiempo, inestable!

¡Nunca se sabe de qué pie se va a levantar! 

¡Primero hay que mirarle la cara para ver qué día tiene! 

Son, entre otras muchas, frases que utilizamos respecto a algunas personas al tenerlas clasificadas como inestables, de humor siempre cambiante.
Se trata de personas difíciles de tratar, ya sea como pareja, como amigos, o a nivel de compañeras de trabajo o de estudios, y fácilmente son rechazados por su entorno.
No se trata de que cambien de ánimo sin más, sin razón alguna, no. Siempre hay algo que ha motivado ese enfado, o esa explosión de optimismo, pero se trata muchas veces de algo insignificante, de cosas que para los demás apenas suponen un cambio de humor apreciable.

Estas personas están dejando aparecer sus emociones sin más, sin filtrar, depurar, o relativizar, lo que sienten, sin dejar actuar su parte más fría y calculadora, sin usar sus controles intelectuales. Viven las emociones "en bruto".
Y no se trata para nada de que no sean inteligentes, pues cuando han de realizar una tarea intelectual pueden hacerlo como cualquier otra persona, al menos si esa tarea intelectual no les supone una reacción emocional, es decir si no les trae emociones, pues de lo contrario estas les volverían a dominar y a desbordar.
Si observamos a los niños, veremos cómo son también muy extremos y muy cambiantes en sus emociones, y como los cambios pueden estar motivados por cosas pequeñas "cosas de niños", pero al llegar la pre-adolescencia esto empieza a cambiar, las cosas se relativizan, las emociones se filtran y se depuran. Es en esta etapa, en torno a la pre-adolescencia, donde debe estar la explicación de esta falta de maduración de los circuitos cerebrales, que hacen de nosotros un todo armonioso y relativamente predecible y estable. 
El ambiente en el que se han formado estas personas, junto con algunas predisposiciones innatas, pueden explicar esta forma de funcionar, que afortunadamente no impide el normal desarrollo de la persona salvo que se trate de casos muy extremos.
No es difícil encontrar en la familia de las personas con esta forma de funcionar, que alguno de los progenitores responde al mismo patrón, que tiene esta misma falta de depuración de sus emociones, e incluso que ha manejado a quienes están a su alrededor con estas manifestaciones emocionales extremas.
Otro problema, aparentemente similar al que venimos comentando, pero cualitativa y cuantitativamente distinto, es la psicosis maníaco depresiva. En este caso la persona puede en algunos momentos sentirse eufórica, muy activa, hasta el extremo de estar varios días sin descansar, mientras que otras veces cae en una auténtica depresión. Estas personas, pueden no sólo exagerar las cosas como las anteriores, sino que a veces pueden perder de vista la realidad, y difícilmente pueden llevar una actividad laboral y familiar normal, necesitan medicación y a veces ingreso hospitalario.
Si convives con una persona de ánimo siempre cambiante, dile francamente lo difícil que te resulta su forma de ser. 

SI TIENES QUE COMPARTIR TU TIEMPO CON UNA PERSONA ASÍ


  •  No pienses que sus estados de ánimo no son reales; lo son, aunque rápidamente sean sustituidos por otros.
  •  No dudes en decirla lo molesto que te resultan estos cambios, y como te confunden. Debes admitirla con sus cambios, pero también ella a ti con tu forma de tomártelos.
  •  No permitas que debido a este problema te llegue a utilizar, o a dañar en algún sentido. Es una persona responsable de sus actos.