Un estudio de
la Universidad Friedrich Schiller de Jena, en Alemania, han descubierto
que ser atractivo no basta para que se acuerden de tu cara después de haberte
visto, a no ser que esa belleza venga acompañada de unos rasgos más marcados,
ya que estos son claves a la hora de recordar un rostro.
En su estudio,
publicado en la revista ‘Neuropsychologia’, el psicólogo Holger Wiese
y su equipo analizaron la capacidad de retener en la memoria diferentes rostros
y, en contra de lo que se pensaba, se vio que ser guapo no es
suficiente para dejar huella.
Wiese
puso como ejemplo a la actriz Angelina Jolie, cuya belleza
se basa en unos ojos grandes y unos labios carnosos que facilitan recordar
mejor su rostro “en comparación con otras caras también atractivas, pero
simétricas”.
En su
trabajo participaron un grupo de voluntarios a los que fueron
mostrando diversas fotografías de rostros de personas para ellos desconocidos.
De estas caras, la mitad eran de personas poco atractivas y los encargados de
visualizarlas apenas tenían unos segundos para memorizarlas.
Días después,
los mismos voluntarios volvían a ver las fotos y tenían que decir qué caras
recordaban y cuáles no. De este modo, vieron que eran capaces de recordar mejor
a quienes eran menos atractivos a pesar de que, como reconoció Wiese, “se
pensaba que los más guapos eran más fáciles de recordar”.
De hecho, en el
caso de las personas guapas vieron que había incluso más falsos positivos, y
decían recordar a personas cuyo rostro no se le había mostrado en la primera
fase del estudio. “Tendemos a creer que hemos visto un rostro simplemente
porque nos resulta atractivo”, apuntó este experto.
Fuente:
Neuropsychologia
Referencia: Volumen 56,
número , página(s) 26–36
Fecha: 2014